Astrolabios es un libro compuesto por 64 poemas, cuya trama se desarrolla a caballo entre el mundo de los sueños y el mundo de la vigilia. Los temas centrales que aborda son el amor erótico, la visión espiritual, las múltiples caras de la muerte y la obligatoria pregunta acerca del destino y el yo.

Es un libro que busca ser clásico en el fondo, pero vanguardista en la forma. Hace gala de una sencilla erudición y al mismo tiempo habla a los más esencial del corazón humano.

Astrolabios tiene una doble voz: la voz propia del autor y la voz de diversas personas que hablan a través de él, como si de un médium se tratara.

En sus páginas hay referencias sobre antiguas civilizaciones como la China, la precolombina, las mitologías griega y cristiana, entre otras. Pero no busca sorprender en erudición, solo es un recurso literario que permite la evocación por parte de los lectores.

A nivel técnico, se trata de una poesía concreta, desprovista de adjetivos vanos y grandilocuentes. Una poesía más cercana al corazón y al habla cotidiana. En Astrolabios, las palabras “raras de la literatura”, se muestran como una ampliación del lenguaje oral. Son poemas de una gran musicalidad, escritos para ser leídos en voz alta.

Algunos poemas están escritos en forma de caligramas, otros en prosa poética, otros son más parecidos a discursos de oratoria que a poesía y, otros son poemas clásicos escritos en verso. Se busca que cada poema tenga su propia fuerza y su propia sustancia, pero que en conjunto revelen un libro de finos matices y agradables destellos de claridad.  

La palabra se va moviendo y va creando paisajes que se desvanecen y reaparecen como si de un sueño se tratara. Las imágenes son símbolos, a veces letras, a veces lugares, a veces oscuridad.

 La oscuridad es una matriz y la luz, un niño que quiere nacer. Pero ¿Para qué nacer? ¿Qué hay al otro lado? ¿Quién es él? Se puede decir que todavía carece de cuerpo, solo es un pensamiento que poco a poco se encarna. Sin embargo, tienen la sensación de haber vivido ya, de haber sido ya otros y otras, en incluso de recordar su propio futuro.

La poesía no es algo que ocurrió, sino algo que nos ocurre todo el tiempo y que también está por ocurrir.